Desde que los amigos de la ONG “Derechos Digitales” lanzaron las alertas acerca de la grave y nociva para la integridad cívica que es la nueva ley de Propiedad Intelectual que se discute en el Senado no hemos parado de promover y utilizar “todas las formas de lucha… digitales” que tenemos a nuestro alcance.
Porque no nos dá lo mismo que nos espíen qué descargamos en nuestras casas o lo que escucho en mi iPod son varias las iniciativas que hemos activado y que han provocado un enorme efecto donde más nos interesa: en los medios digitales.
- Grupo en Facebook “No soy un delincuente” (17.576 miembros subiendo todos los días)
- Recolección de firmas para la carta que se llevará al Congreso (4.103 firmas)
- Sitio web “Trato justo para todos“
- Nuevo sitio “No soy delincuente” (por lanzarse)
Pero como los ángeles existen, el mejor aporte a nuestra campaña y que dejó en evidencia lo ridícula que es la nueva ley le pasó a los que defienden los intereses de los grandes sellos disqueros y productores, la mal llamada Sociedad del Derecho de Autor (SCD). El ex-presidente de la SCD Fernando Ubiergo utilizó software pirata en una presentación, lo que produjo su renuncia y la del influyente Santiago Schuster por la responsabilidad en la gestión de licencias Windows en la SCD y obvio la verguenza que provoca “el perro cuidando la carnicería”.
Ese tropiezo los puso en evidencia que son unos bandidos que miran la paja en el ojo ajeno y que no han trepidado en demonizar a quien se cruce por sus ojos como piratas y delincuentes.
Seguimos en la lucha.